sábado, 11 de octubre de 2008

Palabras como puñales

El día de hoy ha sido uno de esos que no olvidaré jamás. No, no te creas que es porque ha pasado algo maravilloso en mi vida y lo tendré marcado en el calendario, no. Hoy un superior me ha pisoteado y colocado en el peldaño más próximo a la miseria.
Tal ha sido el sofocón que incluso me he planteado la posibilidad de dejar el periódico. Sólo tenía ganas de abandonar todo tal y como estaba y darle con las puertas en las narices. Pero mi (demasiado) sentido común, mi responsabilidad y conciencia me han hecho frenar.
Sé que en diciembre me voy a ir y que no voy a volver por allí, según sus palabras, pero la temporada que me quede,la voy a utilizar para aprender a reafirmarme, a saber poner a la gente en su sitio y aguantar las estocadas. Aunque me pisoteen y me hagan sentir como una mierda, sé, en lo más profundo de mí, que no es verdad, que yo valgo muchísimo más. Quizás a nivel profesional nunca seré tan buena, pero a nivel personal y humano estoy por encima. Puede que la gente que no me conozca piense que soy una pedante y creída, pero no es así. Y si algún día quieren comprobarlo solo tienen que conocerme.
Hoy no ha sido un buen día, como el del amigo Serrat, pero si ha sido un día determinante en mi vida.
Sigo creciendo y me alegra que tú sigas a mi lado.

2 comentarios:

Manuel G. Mairena dijo...

a por ellos, que son pocos y cobardes!!!

Vicin Ruiz dijo...

Hay gente muy estúpida que hiere intencionadamente a los demás sin pensar en los sentimientos de esa persona... y por desgracia los jefes tienen experiencia en eso a menudo.

No hagas caso cuando intenten hundirte, no merece la pena seguirles el juego, necesitan hundir a alguien para sentirse grandes.

Ánimo y mucha suerte!