lunes, 23 de junio de 2008

Una montaña rusa

No lo puedo evitar. Me siento como en una montaña rusa. A veces arriba, a veces abajo. Los peores momentos, como te puedes imaginar, es cuando rozo el suelo. Es decir, ahora.
¿Será cierto que me he equivocado? Muchas veces pienso que sí. Yo me conozco, sé que valgo más que el Sol (parece que no tengo abuela) pero aparento ser torpe y tonta. ¿O es que realmente lo soy?

Tantas preguntas e inseguridades sólo me hacen sentirme peor y, a la vez, volverme más torpe y más tonta. En fin, como verás hoy no es mi mejor día.
Jo! Tú sabes cómo soy, anda dime la verdad y sácame de este mar de dudas. Ayúdame a ver las cosas con claridad, aunque me duela y decepcione. Pero más vale saber la verdad a vivir en una mentira y yo, ya, no sé dónde estoy si en mi propio agujero negro o sufriendo la realidad. Lo sé, hoy esto es una paranoia. Pero tengo tanta mierda dentro.....

Socorro!!!!!!!!!!!

sábado, 21 de junio de 2008

A veces, no es tan malo mirar atrás

Ayer me mandaron a trabajar a mi antiguo espacio laboral. Cuando me lo dijeron, no lo puedo negar, no me hizo ni una pizca de gracia. No es que no me apeteciera ver a los antiguos compañeros, ellos saben que les tengo mucho cariño, únicamente no tenía ganas de encontrar a aquellos que, nunca lo sabré, dejaron que me echaran o me echaron ellos mismos.
En fin, esta mañana he hecho tripas corazón y he ido para allá. Y muy contrario a lo que me esperaba me he sentido genial. He saludo y me han saludo los ex-jefes, quizás con un poco de hipocresía (esa nunca falta), y me he re-encontrado con los compañeros y con un lugar, que hoy me he dado cuenta, tanto me dio.
Tras hacer mi trabajo, me he ido a desayunar con los ex-compis, como siempre hacíamos antes. Así que tras macharme de allí, me he encontrado con las pilas cargadas y llena de buen rollo, increíble.

Hoy he descubierto que al mirar atrás, no te conviertes en estatua de sal.
Hoy ha sido un buen día,

viernes, 20 de junio de 2008

Días de vacaciones

Recuerdas cuando ibas al colegio y llegaban los últimos días de junio. Eran emocionantes porque se acaban las clases y comenzaban las largas tardes de verano donde la única precupación era saber dónde ibas a ir a jugar esa tarde.
Esa etapa acabó para mi hace ocho años en un día como hoy. Un grupo de compañeros de clase del instituto nos reunimos en una casa en ruinas, en lo alto de un cerro, y quemamos los apuntes de COU. Ese fue el día que me hice mayor, metafóricamente. Aquello fue como un rito de iniciación, imagino que ninguno de los allí asistentes hemos olvidado ese momento. Me lo pregunto porque nunca más nos volvimos a ruinir. Parece la historia de una peli mala de fin de semana, pero es verdad. Hoy me pregunto que habrá sido de ellos, dónde estarán y cómo serán, porque en este tiempo todos habremos cambiado mucho, demasiado.

Hoy no hay hoguera, ni apuntes que quemar... aunque los deseos que pedí aquella noche se han cumplido.

Cuidado con lo que deseáis....

jueves, 19 de junio de 2008

Mi primera vez

Lo he hecho. Y mira que me resistía a aventurarme en este mundo pero algo interno me ha forzado a darle vida.
Hoy, después de más de siete años, vuelvo a escribirte a ti, nunca supe quien eras. Aunque las cosas han cambiado mucho. Antes eras mi aliado, mi confesor. Hoy serás mi celestino. No, no quiero pareja, sólo reconciliarme con mi amor platónico de la adolescencia... la escritura.

Quiero escribir, como siempre he querido, pero necesito hacerlo sin reglas, sin obligaciones, sin titulos, ni cuerpos, ni correctores supinos, sólo quiero volver a sentir el placer de dejar correr los dedos por el teclado y 'vomitar' lo que llevo dentro.

No espero que nadie me siga en este camino, sólo tú, si tú. Este blog será un espacio para exhibirme interiormente, sin niedo al qué diran, porque en el fondo nunca desvelaré tu identidad.

Es curioso, llevo toda la tarde frente a la pantalla de un ordenador, asqueada, sufriendo -este verbo es así o asao, esto debe ir aquí o allí- y ahora, que nadie me observa, ni espero la aprobación de supino, vuelve a mi la ilusión de antaño.

Creo que esta relación ha empezado con el pie derecho.

Bienvenidos a esta aventura de las palabras.