
Dijo Benjamin Franklin que el mejor médico es el que conoce la inutilidad de la mayor parte de las medicinas.
Y yo, aunque no tenga esta noble profesión, he descubierto por mi misma que la solución de nuestros males muchas veces no se encuentran en las medicinas. Ahora, una vez resignada, seguiremos en la lucha porque como el cuerpo es mio, yo hago con él lo que quiero y él no va a poder conmigo.
Y yo, aunque no tenga esta noble profesión, he descubierto por mi misma que la solución de nuestros males muchas veces no se encuentran en las medicinas. Ahora, una vez resignada, seguiremos en la lucha porque como el cuerpo es mio, yo hago con él lo que quiero y él no va a poder conmigo.